Es evidente que vivimos tiempos llenos de dificultades e incertidumbres sobre el futuro donde el modelo que ha caracterizado nuestra economía durante las últimas décadas muestra signos de agotamiento. Se habla de economía sostenible, de nuevos modelos productivos pero realmente no afloran ideas que supongan un verdadero cambio y son solo variantes de las antiguas recetas que ya no parecen ser las soluciones que exigen los nuevos tiempos.No estamos, como se empeñan en hacernos ver, en una época con profundos cambios, sino en un profundo cambio de época. Y para esta, una de las grandes cuestiones a resolver es la definición del concepto de progreso.
Ya hemos visto el fondo del pozo al que nos conduce la espiral consumista, llena de codicia y angustia por tener, que produce la actividad frenética basada en el consumismo, en la acumulación de riqueza, en la creación constante de necesidades artificiales y por ello es momento de abogar por un modelo socioeconómico que contribuya, a través del conocimiento, al desarrollo de las personas como miembros de una organización social, cultural, ambiental y económicamente sostenible.
En ACTIVE SCHOOL estamos convencidos de la necesidad de establecer una nueva manera de enfocar la economía para orientarla de manera directa a mejorar la calidad de vida sostenible de las personas. Indirectamente tiene como objetivo generar riqueza, gracias al valor otorgado por los ciudadanos a los bienes y servicios que contribuyan a ese propósito, sustituyendo la calidad por la cantidad, entendida como la capacidad de satisfacer las necesidades y expectativas de las personas.
Este nuevo modelo económico centrado en la calidad de vida de las personas, lleva aparejado un cambio en el concepto de innovación, una nueva definición que sitúa a las personas en el centro y donde adquiere gran importancia el diseño conceptual y la prescripción.Frente al desarrollo tecnológico como generador indirecto de bienestar a través de la creación de riqueza económica, la innovación orientada de manera directa a la calidad de vida es la vía más eficiente para mejorar nuestro sistema social a la vez que el camino más recto hacia el éxito empresarial sostenible y responsable.
Es también un elemento clave de este nuevo modelo la sostenibilidad medioambiental, que nos lleva a modelos de consumo más responsables y por tanto a la búsqueda de soluciones más efectivas y eficientes.
ACTIVE SCHOOL ha desarrollado un sistema de patrocinio flexible y adaptado que permite a las empresas y entidades posicionarse en este nuevo enfoque y permitir su evolución hacia la economía de la calidad de vida.
Este sistema se basa en el desarrollo y gestión de programas de actividad física con fines sociales compuestos por “micro experiencias de éxito” de bajo coste y fácilmente reproducibles con lo que se obtiene una amplia repercusión social y mediática con una inversión reducida.
• Posicionamiento de marca en su área de influencia.
• Alineamiento con valores concretos relacionados con la calidad de vida de las personas que favorecen su imagen.
• Generación de contenidos a utilizar en sus medios de comunicación habituales y en su relación con los clientes.
• Información directa de los usuarios, de gran importancia a la hora de realizar el proceso de diseño de productos y servicios.
• Transformación de productos en servicios, e integración con otros productos para generar soluciones adaptadas a los usuarios con las ventajas que ello acarrea al resultar más difícil su deslocalización.
• Personalización de productos y servicios para entornos y colectivos determinados, lo que permite establecer relaciones más directas y duraderas entre proveedores y consumidores.
En el convenio de patrocinio se establecen de forma clara los objetivos que se pretenden alcanzar y su relación con las actuaciones a llevar a cabo dentro de los programas desarrollados por ACTIVE SCHOOL.
Por otra parte, dado que los programas se desarrollan en colaboración con Fundaciones, la empresa aprovecha al máximo su aportación económica con la formula de patrocinio, integrandose en su política de Responsabilidad Social Corporativa.
Es por tanto un sistema que permite mejorar la sociedad en la que vivimos aportando valor a las empresas de nuestro entorno, generadoras de riqueza y empleo en esa misma sociedad.
POTENCIAMOS EL CICLO DE LA ECONOMÍA LOCAL Y SOSTENIBLE, ENFOCADA HACIA LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS.
